Iglesia de Santa María Naranco en Oviedo
La iglesia de Santa María Naranco está situada a tres kilómetros al noroeste de Oviedo, en la ladera sur del monte Naranco. La iglesia fue originalmente uno de los palacios del complejo campestre de Ramiro I en el siglo IX. El edificio se construyó en el año 842, a cien metros de la iglesia de San Miguel de Lillo, que también formaba parte del complejo palaciego. Sin embargo, en el siglo XII, tras el derrumbe parcial de ésta, el edificio se convirtió en la iglesia de Santa María. La iglesia fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985.
En la base de la iglesia hay un rectángulo de 20 metros de largo y 6 de ancho. Hay dos salidas en sus dos lados largos, una de las cuales conduce a las escaleras del primer piso. El piso inferior consta de una amplia sala central, cubierta por una bóveda tubular y muy parecida a la capilla inferior de la Santa Capilla de la Catedral de Oviedo. Esta sala probablemente sirvió como capilla del palacio, pero también se cree que se utilizó para las audiencias reales. Está flanqueada por dos habitaciones, la oriental de las cuales presumiblemente era el baño. Se puede acceder a la sala occidental a través de la calle. Su propósito no está claro, aunque hay versiones de que sirvió como casa de la puerta. El piso superior, privilegiado, se construyó a semejanza del inferior: una gran sala central rectangular cubierta con una bóveda tubular. Está enmarcada en dos grandes lados por una arcada ciega sostenida por columnas dobles. La sala central está flanqueada por dos galerías, también cubiertas con arcos.
En cuanto al exterior de la iglesia, su fachada está dividida en tres niveles. El nivel medio corresponde al segundo nivel interno, con galerías que dan a la calle con tres arcos de medio punto. En conjunto, el edificio deja una sensación de elegancia y esbeltez, creada por la simetría de sus contrafuertes y la gracia de sus arcos de medio punto. Algunos detalles de la iglesia (las bóvedas tubulares, los contrafuertes exteriores y la decoración escultórica) reflejan el estilo prerrománico.
Los troncos y capiteles de las columnas están decorados con imágenes de animales, tema que también se repite en 32 medallones colocados en los entronques de sus arcos. Además de los animales, aquí también se pueden ver aves y jinetes a caballo. Los medallones decoran tanto el interior como el exterior del edificio. Esta decoración tiene algo en común con el estilo toscano, que indica influencias del románico tardío oriental, lo que da al edificio un aspecto severo y armonioso.