Templo de Isidro de Sevilla en León
La Basílica de San Isidro es uno de los ejemplos más venerados del arte románico español. Es una de las primeras iglesias cristianas de la ciudad (data del siglo IX).
La construcción de la iglesia fue iniciada por el rey Fernando I y su esposa Doña Sancha. Originalmente era un monasterio dedicado a San Juan Bautista, basado en un templo romano. En 1063 se trasladaron aquí las reliquias de San Isidro, obispo de Sevilla, salvadas durante la invasión árabe. Esto transformó rápidamente la iglesia en uno de los santuarios más venerados de León.
La cripta de la iglesia es el lugar de enterramiento de los reyes de Asturias y León y lleva el honorable título de Panteón Real (hay 23 tumbas de los monarcas). En el siglo XII la iglesia fue pintada con magníficos frescos y fue llamada la “Capilla Sixtina del Arte Románico en España”.
La Capilla Central es de estilo hispano-flamenco, obra de Juan de Badajoz el Viejo. La Capilla Mayor cuenta con un retablo decorado con 24 tablas renacentistas del maestro Pozuelo, Custodia, García Crespo. La capilla principal también alberga la urna que contiene las reliquias de San Isidoro.